Cada habitación de la casa tiene una gama de colores ideales para lo que se desarrolla en dicho espacio: encuentros, descanso, entretenimiento, estudios o trabajo. Hoy sabemos que los colores influyen directamente en nuestras emociones, Ahora compartimos otros ejemplos para colorear cada parte de tu hogar.

¿Dormir mejor con un color? 

Si querés dormir mejor tomando un té, o escuchando tu playlist relajante de Spotify, excelente. Pero no está de más saber que el color azul potencia el descanso, ya sea en las paredes o en la decoración de tu dormitorio. El color se asocia a la calma (el cielo, el mar), usarlo en una tonalidad suave ayuda a descansar mejor. Nuestro cerebro decodifica el entorno para enviar las órdenes a nuestro cuerpo e indicarle que es hora de descansar. La luz tenue es una de esas señales que ayuda, y el color azul suave es otra.

Y no, nadie se dormirá automáticamente por ver el color azul, no se trata de desmayar personas, pero te aseguramos que mejora tus noches de sueño.

Color rojo para la cocina: Usar el rojo en la cocina es la tendencia en decoración, ya que potencia los estados de ánimo altos. Animate al rojo para paredes, muebles y utensilios, en tonos fuertes. Necesitamos nuestra buena energía si vamos a prepararnos algo de comer. Además es un color decorativo, fácilmente combinable, lo que ayuda a brindar un entorno armónico, ordenado, que en la cocina es fundamental.

El rojo ayuda a mirar la cocina y sentir que está en armonía, en lugar de padecer con todo lo que hay que colocar en su lugar, lavar y secar.

Arena en la sala: Antes de que llenes de arena tu sala, tenemos que aclarar que nos referimos al color de la arena. Ocre, siena, color madera también son tonalidades que llenan el entorno sin invadirlo, no desvían la atención de nuestra mirada, y nos aseguran el completo disfrute de un encuentro entre amigos o una tarde de cine esos domingos lluviosos.

Un baño de rosa: Este color, con un tono suave, y combinado con el inevitable blanco que encontramos siempre en cualquier baño, es el color ideal para diluir un poco el blanco que lo inunda todo. El rosa brinda frescura y una sensación de pulcritud justamente al lugar que más usamos para asearnos.

La perfecta compañía del color verde: Si en tu hogar tienes una habitación destinada a estudiar o a trabajar desde casa, tu mejor amigo ahí adentro será el color verde. Alguna planta, una silla de ese color, en tono pastel, un toque por acá y otro por allá de esta tonalidad ayuda a la concentración. Se combina muy bien con el gris y el negro.