En comparación con el pesimista panorama inmobiliario del año 2020, para este 2021 esto cambió totalmente devolviendo un respiro a este sector y esto puede ser validado tomando en cuenta los datos del estudio realizado por la Asociación de Empresas Inmobiliarias (AEI, donde resaltan que:

  • Los principales impulsores de este crecimiento fueron los apartamentos para inversión, las residencias turísticas y las viviendas de bajo costo.
  • Los créditos bancarios para viviendas habían crecido más de RD$6,800 millones, según el Banco Central de la República.
  • En 2019, el aporte del sector inmobiliario al Producto Interior Bruto (PIB) nacional fue del 10.6%.
  • La actividad inmobiliaria fue la que más aportó a esta subida del PIB dominicano en los últimos dos años.
  • El Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) del Banco Central de la República ofreció en enero un crecimiento interanual del 4.7%.
  • Entre las actividades económicas que más aportaron estaban las actividades inmobiliarias y de construcción.

Esta situación tan favorable del sector inmobiliario en la República Dominicana tiene diversos causantes. Entre ellos, destacan las iniciativas que han tomado las instituciones públicas en favor de la adquisición de viviendas. Por ejemplo, la Ley 189-11 para el desarrollo del mercado hipotecario y el fideicomiso en la República Dominicana. Según su segundo artículo, sus objetivos principales son:

Artículo 2.- Objeto de la ley. La presente ley tiene por objeto crear las figuras jurídicas necesarias y fortalecer las existentes, para poder desarrollar el mercado hipotecario dominicano, canalizando recursos de ahorro voluntario u obligatorio, para el financiamiento a largo plazo a la vivienda y a la construcción en general, profundizando el mercado de capitales con la ampliación de alternativas para los inversionistas institucionales y fomentando el uso de instrumentos de deuda que faciliten dicha canalización, lo que, unido a la creación de incentivos especiales, aportes del Estado y economías de procesos, sirvan para promover proyectos habitacionales, especialmente los de bajo costo, así como fomentar el ahorro para la adquisición de viviendas por la población, a fin de mitigar el importante déficit habitacional en la República Dominicana.

También puede mencionarse el Bono ITBIS o de Viviendas de Bajo Costo, que constituye el 8% del valor de la vivienda para las familias que se van a hacer con su primer hogar. De esta forma, se compensa el Impuesto sobre Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios.

También merece la pena destacar los fideicomisos para la construcción de viviendas de bajo costo. Con ellos, los proyectos pueden exonerarse del pago de ciertos impuestos.

Por último, entre las ayudas del Estado para la adquisición de una primera vivienda de bajo costo, tenemos el Bono Tierra. Con éste, el comprador quedará libre de pagar la fracción del precio de la vivienda correspondiente al terreno sobre el que se ubica.