La decisión de mantener Dubái abierto al turismo en plena pandemia del COVID-19 tuvo como resultado un despegue en el mercado inmobiliario. Una de sus técnicas ha sido promover bajas tasas de interés para los créditos hipotecarios y precios atractivos de las propiedades, lo que ha generado una alta demanda de compradores tanto locales como extranjeros.

Las autoridades dubaitíes informaron que el valor de las transacciones inmobiliarias registradas entre enero y abril pasados alcanzó los 20.000 millones de euros. Esto supone un aumento de 51% en el número de operaciones y de 72% en el monto total frente al mismo período de 2020.

“Las cifras del primer cuatrimestre muestran un crecimiento exponencial en el sector de villas, disparando en casi 140% el de apartamentos y atestiguando un impresionante aumento de 41% en comparación con el primer trimestre de 2020”, afirmó Nick Grassick, socio gerente de la inmobiliaria PH Real Estate.

Los analistas inmobiliarios consultados por EFE remarcaron que hubo mucha demanda contenida debido a la crisis provocada por la pandemia del COVID-19 y una vez, se levantaron las severas restricciones impuestas en la primera fase, en junio del año pasado, las compraventas comenzaron a crecer significativamente.

Además, el Banco Central de Emiratos Árabes Unidos modificó, por primera vez, la relación préstamo-valor por primera vez de 25 a 20%. Se produjo entonces una combinación perfecta entre precios atractivos y los tipos de interés hipotecarios más bajos que se habían visto hasta ahora en el emirato.