En primer lugar, debemos definir este concepto. Su propia denominación puede traducirse como “hogar inteligente”. Las casas inteligentes permiten automatizar varias tareas, de forma tal que las personas ocupen el tiempo en otras cosas. Eso no significa que no tengas control: todo lo contrario. Vas a poder supervisar en tiempo real todas las actividades que te importan.

En este sentido, se trata de ideas que, hasta hace un tiempo, eran de ciencia ficción. No obstante, el avance de la tecnología permite que todos podamos disfrutar de la domótica. Por ejemplo, podremos controlar la calefacción, el aire acondicionado, la luz o la seguridad de una forma casi instantánea.

Funcionamiento del hogar inteligente

El funcionamiento de la domótica smart home tiene una explicación sencilla. Básicamente, se debe a la relación entre el usuario y el sistema que se instala. Se trata de una comunicación bidireccional, donde la persona puede activar o desactivar las tecnologías. A la vez, se pueden modificar o personalizar ciertos parámetros.

La posibilidad de gestionar todos y cada uno de los recursos del hogar permite una eficiencia extrema. No solamente vas a tener una mayor comodidad, sino también un análisis certero y objetivo de todo lo que ocurre en tu casa. Al mismo tiempo, el control del sistema se puede realizar de una forma intuitiva, a través de un panel de control general.

Sin embargo, también está la posibilidad de que lo puedas hacer en remoto. Es decir, vas a poder conectar determinados dispositivos, como smartphones, ordenadores o tablets, al sistema general. Tienes que saber que siempre se dependen de 3 factores:

El módulo o panel central, también conocido como núcleo: Este aparato tiene la misión de recibir y ejecutar las tareas que le damos, además de incluir los productos o las instalaciones.

La conexión: Básicamente, permite que el núcleo se vincule con los dispositivos, ya sea a través de un cable o de forma inalámbrica. Es decir, permite la comunicación entre las distintas tareas.

Sensores: El objetivo que tienen es el de recopilar datos para mejorar la optimización de tus recursos. No obstante, también permite obtener nuevas capacidades. Por ejemplo, se puede prender una luz cuando se detecte un movimiento, algo común en los exteriores de las casas.