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Vivir en un Residencial Cerrado vs Abierto ¿Qué Conviene Más en República Dominicana?

21 mayo, 2025 31

Hoy en día realizar finalmente la elección de un lugar para vivir va mucho más allá de consideraciones del precio y la ubicación, es uno de los dilemas más comunes al buscar vivienda no solo en República Dominicana, si no a nivel de Latinoamérica, la cuestión principal es: ¿Será mejor vivir en un residencial cerrado o en una comunidad residencial o de viviendas abierta?

 

La realidad es que ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, por lo que consideramos que la mejor decisión dependerá de algunos aspectos esenciales como el estilo de vida al que estás acostumbrado, el presupuesto que tienes disponible para cubrirlo, tus necesidades familiares y que tanto peso le das al nivel de seguridad deseado. En este artículo te explicamos las diferencias clave para ayudarte a tomar una decisión lo más acertada posible, basada en información relevante.

 

Comencemos por definir ¿Qué es un residencial cerrado? Un residencial cerrado, también conocido como urbanización privada, es un conjunto de viviendas, casas o apartamentos, que deben encontrarse dentro de un perímetro protegido, usualmente con acceso controlado, seguridad 24/7, y áreas comunes privadas que pueden ser parques, canchas deportivas, piscinas, etc.

 

A continuación, las ventajas de vivir en un residencial cerrado:

  • Mayor seguridad: Control de acceso, vigilancia y cámaras que pueden incidir en el nivel de seguridad de tu hogar, disuadir robos y/o actos vandálicos.

 

  • Tranquilidad: Menor tráfico vehicular y ruido ambiental ya que se controlan mejor las reglas de convivencia, se considera ideal para familias con niños o personas que prioricen la paz ambiental.

 

  • Áreas comunes exclusivas: Tienden a poseer zonas verdes, juegos infantiles, gimnasios, canchas deportivas, etc.

 

  • Mejor control comunitario: Generalmente se tienen reglamentos internos para facilitar la convivencia positiva, que cuidan la estética del ambiente inmobiliario, áreas comunes y respeto entre vecinos.

 

  • Valor de reventa más estable: Estas propiedades tienden a mantener mejor su plusvalía.

 

Aunque no todo es color de rosa, existen algunas desventajas:

  • Costo más elevado: Suelen tener un precio inicial mayor y cuotas mensuales de mantenimiento para el aporte a que todo en el residencial esté en óptimas condiciones.

 

  • Regulaciones estrictas: No todos disfrutan de tener que acatarse a reglamentos tales como horarios de construcción, horarios para poder hacer ruido, permisos para realizar fiestas, reglas de mascotas o estilo de fachadas sujeto a normas específicas.

 

  • Distancia al centro: Muchos residenciales asequibles del tipo cerrados, están en zonas periféricas fuera del centro de la ciudad en zonas en expansión.

 

¿Y qué pasa si optas por elegir una comunidad abierta en tu próxima inversión inmobiliaria para vivir? Una comunidad abierta es aquella en la que las viviendas están distribuidas en calles públicas, sin control de acceso. Esto es común en barrios tradicionales de nuestro país República Dominicana, en centros urbanos y zonas de clase media, clase media baja o popular.

 

Algunas de las ventajas de vivir en una comunidad abierta que podemos resaltar son:

 

  • Menor costo de compra y mantenimiento: Generalmente, no hay que pagar mantenimiento común ni vigilancia, más allá que el pago de la recogida de basura al ayuntamiento.

 

  • Mayor libertad: Puedes remodelar, pintar o modificar tu hogar sin restricciones, ni tener que solicitar permiso para esto.

 

  • Ubicación céntrica: Muchos barrios abiertos están más cerca de rutas de conveniencia a colegios, oficinas, clínicas, hospitales y accesibilidad importante al transporte público.

 

  • Ambiente más social: En algunos sectores, la vida comunitaria es más activa y cercana, lo que puede incidir en la mejoría de la salud mental de jóvenes, niños y personas mayores por el sentido de comunidad.

 

Pero claro está, existen sus claras desventajas, a continuación, citamos algunas:

 

  • Menor seguridad: No hay control de quién entra o sale, lo que puede aumentar riesgos delictivos, tales como robos o estafas puerta a puerta.

 

  • Problemas de ruido o desorden: La falta de regulación puede generar molestias por vecinos ruidosos, negocios imprudentes, mal parqueo o descontrol de la basura.

 

  • Infraestructura variable: No siempre hay aceras, buena iluminación o servicios públicos eficientes.

 

Si tienes niños pequeños, vivir en un residencial cerrado puede ofrecerte más tranquilidad y espacios seguros para jugar. Si eres una persona más independiente o trabajas en la ciudad, una comunidad abierta cerca de tu centro de actividades podría ser lo más práctico.

 

La mejor opción dependerá de tus prioridades: ¿Prefieres seguridad y orden o libertad y economía? En República Dominicana, el auge de los residenciales cerrados sigue en aumento, pero aún existen muchas comunidades abiertas con excelente calidad de vida y potencial de inversión en sectores donde la seguridad resalta por su mejoría.