Este es un estilo que se destaca por tener solo lo imprescindible y emplear los elementos más sencillos posible. Lo principal son los colores claros, línea rectas y mucha luz.
Para lograr un espacio totalmente minimalista debes tomar en cuenta los siguientes pasos:
- ¡Menos es más! Conserva solo aquello que sea imprescindible y que haga armonía con tu espacio.
- El blanco y el negro son los colores protagonistas en este estilo. Di ¡fuera! a todos los colores, en especial al de tus paredes, y deja que el blanco invada cada rincón y contrástalo con negro.
- Emplea muebles de figuras rectas, en especial cuadrados, ya que en el minimalismo las figuras rectas, los muebles de colores sobrios y las estructuras lisas son su toque distintivo.
- En la cocina elige unos gabinetes y llave de agua simples y una nevera de puertas lisas.
- En cuanto a la habitación, solo conserva los muebles necesarios, una cama preferiblemente sin espaldar y de base cuadrada o rectangular. Que tus sabanas y cortinas sean blancas.
- La iluminación e algo totalmente vitral en este estilo, sobre todo si es luz natural. Aprovecha tus ventas utilizando cortinas finas e ilumina hasta el más mínimo rincón y pasillo.
- Si tu vivienda es de dos o más pisos, puedes elegir escaleras rectas y finas: esto hará que ocupen el menor espacio posible. Puedes sustituir las barandas de seguridad por una pared de cristal resistente con acabados finos.
- Agrega ventanales y puertas de cristal en el baño: esto permitirá mayor sensación de profundidad y permitirá que la luz natural penetre durante el día. Si tus vecinos están cerca, puedes darte privacidad con unas cortinas de color sobrio que convivan armónicamente junto a los cristales.