Antes que todo lo primero que debes plantearte es romper con las falsas creencias, eso de que si varias personas coinciden en una misma opinión ya es palabra sagrada o que si algo se dio muy fácil es una señal. Debes darte la oportunidad de construir tus propias opiniones, investigar evaluar ofertas según tus facilidades y condición para poder llegar a la decisión que más te convenga.

Toma en cuenta los objetivos personales y familiares con la decisión de compra o renta. Para esto pueden preguntarse: ¿para qué queremos realmente el inmueble?, y ¿cómo cambian nuestros planes personales y profesionales en caso de comprar o arrendar? Piensen, por ejemplo, si son personas que prefieren la flexibilidad y movilidad laboral, así como estar siempre cerca de su trabajo, podría ser más ventajoso alquilar.

Por último, pero no menos importante, evaluar tu estado monetario. Para esto, es necesario, ante todo, que las opciones sean comparables, algo así como sumar manzanas con manzanas, y no con peras o mangos. Tanto el inmueble que alquilarían, como el que comprarían, deben ser lo más similares posible. En este caso, el cálculo más simple para evaluar la decisión sería: si al sumar las cuotas de arrendamiento, éstas son menores, calculadas anualmente, a lo que pagarían por los intereses del crédito, más los costos de reparaciones, impuestos, seguros y cuotas de administración, sería conveniente alquilar, destinando el “excedente” de dinero que pagarían en la cuota del crédito a una inversión.

Sin embargo, en el momento en que el costo de alquiler sea mayor al costo que pagarían por el crédito hipotecario, lo más recomendable sería comprar.

En conclusión, esta decisión está basada totalmente en una evaluación en la que tomes en cuenta tus preferencias, proyecto personal, estado financiero y expectativas, como también tener presente la estabilidad y perspectiva financiera al momento de tomar la decisión definitiva.

Le recomendamos no dejarse cegar por la ilusión del momento, crear su propio análisis sobre lo más factible, ya que cualquiera de las decisiones que tome serán una inversión a corto o largo plazo por eso asegúrate de no caer trampas del deseo, calcular bien cada costo y comparar cada opción las diferentes ofertas del mercado.