Colocar el papel tapiz en un trabajo fácil pero bastante delicado por lo que requiere de suma paciencia.

Antes de decidir empapelar tu espacio debes evaluar minuciosamente las superficies, evaluar cuál es el propósito que deseas obtener con este (decorar, ampliar el espacio, disimular imperfecciones, etc…). Luego que tengas claro esos puntos, puedes elegir tu papel y seguir las siguientes instrucciones.

Despeja el espacio.

Mueve todos los muebles que te impidan trabajar libremente. Aunque esto no requiere de mucho esfuerzo, es bastante delicado y un mal movimiento puede traerte complicaciones.

Prepara la superficie.

Confirma que la superficie donde vas a colocar el papel este totalmente lisa y uniforme. En caso de que haya grietas o huecos, se aconseja enmasillar la pared. Si la pared donde colocaras el papel tiene algún otro tapiz debes retirarlo y colocar el nuevo.

Corta el papel.

A continuación, debes cortar el papel que vas a utilizar. La recomendación es medir la altura de la pared en varios puntos y dejar siempre unos 5 cm más de margen en la parte superior y la inferior. Corta el papel a tiras haciendo el siguiente cálculo: divide la longitud del rollo por la altura de la pared más la mitad de repetición.

Pegamento.

Prepara el papel y colócale el pegamento. Recuerda que si se trata de un vinilo o TNT bastará con poner pegamento en la base, en cambio si se trata de papel, deberás encolar también a la pared. Prepara la pasta consultando las instrucciones y ayúdate de un pincel para extenderla sobre el papel.

Luego de realizados los pasos anteriores es momento de empapelar. Coloca el papel sección por sección sin dejar espacios entre una y otra, pasa el cepillo de empapelar o la mano para que el papel quede completamente liso. Este es un trabajo de precisión, pues lo importante es que el papel esté alineado entre sí, de modo que no se aprecien las divisiones de las secciones. A la hora de empapelar esquinas, marcos de puertas o ventanas, o saltar algún obstáculo, como en el caso de los radiadores, deberás dejar unos centímetros sobrantes y recortarlos con la ayuda de un cúter o una tijera.

Este es un trabajo sencillo, pero requiere de mucha precisión y paciencia para lograr los resultados deseados.