Cuando decoramos una casa es recomendable no usar mas de dos o tres colores bases en una misma estancia, sobretodo si queremos conseguir ambientes agradables y relajantes. La elección de los tonos y la gama cromática para la decoración de cualquier estancia de nuestro hogar, es una decisión personal que dependerá de nuestra forma de ser. Tendremos que tener en cuenta que todos no reaccionamos de igual forma ante un mismo color o tono: el amarillo o el rojo, que para muchas personas pudieran ser colores estimulantes y alegres, pueden resultar demasiado agresivos para otras. Eso nos da paso a elegir una gama y una tonalidad con la que realmente nos sentamos cómodos. Una buena opción es asesorarnos mediante revistas de decoración o fotografías en las que podamos reflejar los tonos y colores que deseamos para nuestra estancia. Una vez definidos ambos, podremos tener una idea de las gamas y tonos mas acordes a nuestro gusto.

Los colores se agrupan en dos grandes grupos, los cálidos y los fríos. Entre los colores cálidos podemos encontrar los amarillos, los anaranjados o los tierra, mientras que azules, verdes o grises, forman el grupo de los colores fríos. para poder garantizar un buen resultado que sea armónico, lo ideal es la combinación de colores fríos con fríos, ejemplo el gris perla con el malva, y los cálidos con otros colores cálidos, beige con naranja o marrón, por señalar posibilidades. Un esquema de contrastes en el cual podemos combinar sin ningún problema tonos y colores, nos podrá resaltar cualquier elemento decorativo ya sea arquitectónico, de accesorios o de mobiliario

El color amarillo, pertenece a las gamas cálidas, alegres y muy luminosas, es ideal para estancias con poca luz natural. El azul, es el color del mar o el cielo, pertenece a la gama de colores fríos, es perfecto para la creación de ambientes frescos y livianos, es especialmente indicado para habitaciones, resulta un color muy relajante. El verde es el tono mas tranquilo de toda la gama, sabemos que esta compuesto por el azul y el amarillo y podemos realizar cambios de tono en función del color predominante, tienden a ser vitales y alegres los que tienden hacia el amarillo, así como sobrios y sofisticados los que se declinan hacia el azul. Son ideales para estancias en las que desarrollemos cualquier labor del hogar, planchar, coser, escribir etc.